"Quizás suene moderadamente ilícito a la razón, que los sueños siempre tengan algo de realidad. Quizás este en uno el don de la alquimia entre un estado de deseo, y uno de satisfacción..."

martes, 3 de julio de 2012

Lástima y lastimar.

Lástima y lastimar.

Parecidas palabras y distintas al mismo tiempo.
Una, algo llorosa, le dice al mundo que algo da tristeza, pena, que pide compasión.
La otra, algo mas violenta quizás, sugiere la acción de causar un daño. La de herir, la de golpear.
Tan parecidas, y tan distintas. Lástima y lastimar. Sin embargo, una puede ir de la mano con la otra.
En la medida que alguien nos lastime, sentiremos lastima quizas. Existe la lástima como herramienta para alejar en nuestro mundo a aquel que lastima. Uno llega a sentirla, tarde o temprano, como la mejor opción: como esa que lo dejara en un casillero de culpable, que da lastima por lastimar.
Cuando uno mismo es el que se lastima así mismo, la lástima suena tan pero tan parecida, que una se come a la otra al mismo tiempo, haciéndose un círculo infinito entre estas dos variables. Y así, nos lastimamos por darnos lastima, y vice versa.

Por suerte hay mas palabras que esas....