Carta de un anonimo a su amada.

"Buenas dias. Buenas tardes. Buenas noches.
No hay manera de negar lo bueno al estar cerca tuyo, y oler esa fragancia a vos que tanto me seduce. No hay fruta mas rica que tu boca madura, quien provoca al cielo y al infierno a transar por la paz. No hay figura mas perfecta que la que portas, radiante y brillante como una estrella caminando por las veredas podridas.
Hoy, las piedras que se cargan son cada vez mas pesadas, y remando en la oscuridad terminamos yendo mas lento.
El impulso fue uno. El del primer dia, y nada pudimos hacer para evitar que caigamos en su fin.
Pero despues de eso, es el freno que tanto deseamos para poder seguir rodando nuestras viejas piedras que nos pesan dia tras dia.
Doy gracias a la luz, por matar a la oscuridad entre nosotros y asi poder verte cada vez mas cerca, por mas que hoy estes mas lejos.
Quizas sea el fin de algo, o el comienzo de otra cosa. Eso solo el tiempo y el maldito azar sabran determinar que sera de la orbita que nos cruzo en dichas ocasiones.
No hay nada que perdonar, ni nada que debernos. Mas que los sueños que vomitamos uno enfrente del otro.

Gracias, y me sonrojo nomas de verte pertenecer junto a mi en la leyenda del futuro."

Anonimo - Mayo del 2009.

Bendito el pasto.

Bendito el pasto.
Bendito el colchon amalgamado y eterno, que florece y florece durante toda la vida de la vida.
Testigo unico de la evolucion de las cosas, del sentir nuestro andar, del ejercer sabiduria por parte de la madre tierra.
Ese verde gigante que se extiende a lo largo del todo, y nos seduce al acostarnos en un dia de sol.
Esa fragancia incomparable al mezclarse con las gotas de la lluvia.
El suelo, el mejor lugar de este mundo.

La plaza del Vagon II

Hoy en dia, la plaza esta soleada.
Llueve un rocio hermoso, que lubrica los engranajes de mi sonrisa de manera sistematica pero no logica. Cubre el cielo de color hermoso, y pronostica al alma una lluvia de sonrisas contagiosas espejadas, quienes se rien y se sonrojan de si mismas.
Cada minuto junto al sol, ejerce paz envidiable en mi corazon, y me ata la lengua a la suya en una danza donde ambos permanecemos sentados.
La plaza del vagon, testigo implicito del amor de otoño que nace desde la duda y la inquietud de querer que el futuro, sea el mejor posible.
El sol calienta la tarde, y se hace rogar para participar en eclipse con mi figura, quien se sale de orbita para rozarme y asi inquietar mis tontos sentimientos.
Tarde de gloria para el amor y las sonrisas. Tarde de amor para la gloria. Tarde temprana para el amanecer nuevo. Soleado, nublado, pero hermoso.

Excusa bien a la europea.

En la Plaza del Sol, en Cuzco, los viejos indigenas habian logrado bañar de oro la misma. De esta manera, su dios Sol, reflejaba todo el parque de una manera espectacular.
Se dice, que cuando los españoles llegaron, el oro comenzo a ir desapareciendo de dicho lugar.
Los indios, que tontos eran, pero tampoco tanto, interrogaron a los españoles "¿A donde se va nuestro oro?"
La respuesta lograda, aseguraba que los caballos que habian llegado al continente, se alimentaban solamente con oro, y si no se nutrian, se convertirian en animales salvajes e incontenibles.
Por las noches, los españoles robaban de a poco el oro de la plaza, para llevarlo a su continente.
Mucho oro no queda hoy en dia, asi que nos roban lo poco que nos queda...