Cuando consiga hacer mi ultimo vuelo, ese tan liviano donde el alma se desliza por los aires hasta perderse a encontrarse en el cosmos, lograre hacer el mas largos de mis viajes.
Pero falta.
Cuando lo haga, no me olvidare de sus caras, ni de sus voces.
Tampoco del color de sus almas, ni del papel picado, o las lagrimas que convidaron.
Jamas habré de olvidarlos, porque tal cosa no existe ni aquí ni allá.
Jamas habré de ser olvidado, porque yo se los pido.
martes, 20 de noviembre de 2012
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