"Quizás suene moderadamente ilícito a la razón, que los sueños siempre tengan algo de realidad. Quizás este en uno el don de la alquimia entre un estado de deseo, y uno de satisfacción..."

sábado, 28 de marzo de 2009

Luis Bolson

Alli, en El Bolson, vive un hombre llamado Luis.
Abandonado por su mujer, y a la fuerza de su hija por un engaño-pichanga, vencido y derrotado casi en su totalidad, armo la mochila desde los mal llamados Buenos Aires, hacia el sur, con vientos desconocidos.
Hace 4 meses vive en una carpa, en un camping el cual paga menos de la mitad de lo que paga cualquiera que vaya a pasar el rato.
Pagando el doble de lo que paga el, sigue siendo barato, porque uno se sienta al lado de ese fuego maravilloso a escucharlo, a verlo como cocina, como recita, o como simplemente habla de cosas desde la verdad y la logica, de la pasion o de donde el cree necesario para dicho momento.
Amante del agua, el lupulo, la malta, la levadura y esas cosas que derivan en la denominada cerveza, el trabaja con su lengua semi-bilingue vendiendo pasajes 6 dias a la semana, en excursiones a Lago Puelo. (dichoso sea de paso, lugar sinonimo de paz diria tanto el como yo.)
Historias de el, creo que sobran, y no da la velocidad de cualquier dedo para teclear con tantas ansias la emocion de sus palabras, de sus rimas, de sus historias.
Como si poco fuera pasar el frio en carpa, y tener de mesada-cocina la mesa de un camping, el me contaba que a la vuelta del trabajo, con solo agitar el manzano que se cruza todas las tardes, se trae el postre.
-¿Y el plato, Luisito?, le dije.
-Eso es facil. Me llevo mi humilde caña de pescar, y voy al Tremtremqueu. Alli uno no solo pesca, sino que tambien ve por la claridad del agua, cuando la presa va a morder el anzuelo. Asi, no vivo a truchas, pero se puede decir que mi economia es muy positiva por suerte...

Entre otras cosas, aclaro:
-"No hace falta escribir libros conocidos, ni salir en la tele dando lastima o emocion. Uno es participe de su fantasia, y de sus ansias. Uno es dueño de su felicidad, y debe saber cuando se halla. Yo a mi hija, no la volvere a ver, eso es imperdonable. A mi ex mujer, jamas la volveria a ver si pudiese elegir, y se que asi sera.
Aca no tengo dramas, salvo que recuerde la sonrisa de ella (la hija). Aca no tengo preocupacion mas que ver si la cerveza esta fria o caliente, si ver si llueve y guardo la sal para que no se moje.
La sonrisa esta en la simpleza, esta en uno"

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