"Quizás suene moderadamente ilícito a la razón, que los sueños siempre tengan algo de realidad. Quizás este en uno el don de la alquimia entre un estado de deseo, y uno de satisfacción..."

lunes, 28 de septiembre de 2009

Hoy

La noche se tiño de día, y el invierno floreció repentinamente.
Y ahí ellos dos, jugando al juego que todos juegan sin temor alguno.
Sus auras, juntas, correteaban por los jardines del mundo, mirando las agujas del destino y riéndose de ellas. Ni los sopores pudieron despegarlos de sus ojos, quienes ardientes y prendidos seguían aun en la oscuridad, intentando ver nuevamente la sonrisa reflejada en el otro.
Reían de los detalles obscenos del nuevo mundo, y se veían allá a lo lejos en la línea del tiempo, con la brújula convencional invertida, encarando nuevos horizontes en busca de paz y sueños por lograr.
Dicen que historias como estas, se oyen todos los días. Yo les digo que no se viven todos los días.
La aventura de la aventura. La locura de la locura. Los sueños del futuro. ¿Y por qué no también, el sonreír diario?
Si el futuro es ese instante que ya está viniendo, que espere; porque acá, en este “ahora”, la sonrisa alcanza y sobra, y es manteca al techo en épocas de amores chiperos, de burdos corazones, de gente económica.

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